domingo, 31 de enero de 2016

Un día más


Entro en casa otro día, un día más,
y esas palabras hermosas
en mi mente aún están.


¿Recuerdas cuándo el mundo lo veíamos
en la palma de nuestras manos?
Cuando no había un "por qué"
que no fuese "¿por qué pararnos?".


Limpio la lágrima de mi mejilla,
y entro en la habitación.
Allí, en esa maldita pero perfecta mesilla,
donde colocabas tu libro cada noche.


¿Sigues siendo fanático de historias
reales?
¿O ahora te gusta lo imaginario,
lo imposible de hacer real?


Aún siento tu aliento en mi nuca,
y tu voz susurrándome que me quede.
Que ignore a todos los de mi vera,
que mis sentimientos te pertenezcan.


No puedo seguir, no quiero estar aquí.
Tus recuerdos, tus sonrisas...
Todas tus camisetas perdidas.


Éramos un caos, que no queríamos,
o más bien pretendíamos,
solucionar.
Un mundo patas arriba,
que no puede al derecho estar.


Y los meses, que contigo,
volaban como hojas
arrastradas por el viento.
Ahora estamos en enero,
y parece que jamás llegará febrero.


    Un día más,
las falsas promesas aquí están.
No se van,
quieren clavarse en mí.


¿Tanto te costaba quedarte?





 Atentamente, Belle.

lunes, 4 de enero de 2016

Declaración invisible

En pequeños versos, de no más de diez palabras,
quiero decirte lo que siento, aunque seguramente
no sea para ti suficiente.
Y aunque de que no lo leerás soy consciente,
vivo con el puñal de poner de manera breve
lo que mi cabeza esconde nada más verte.


Quise confesarte lo que sentía,
transmitirte que, contigo, yo no era fría.
Intenté que oyeras toda la cursilería
que lleva en mí  años escondida.
Pero me ignoraste, clavando un puñal en mi herida.


¿Puedo ser sincera, realmente puedo?
Que demonios, si no sabes que te quiero.
Por no saber, ni sabes que existo.
Bueno, miento, puede tengas mío un recuerdo:
"la que me dijo que le intereso".


Es curioso como el mundo da vueltas,
¿no?
Antes eras tú el de los "buenos días",
el de "si necesitas ayuda, no dudes en pedirla".
Pero ahora estoy sola, y perdida
y hundida.


Dicen que la primera vez que lo haces,
no puedes arriesgar todo lo que posees.
Yo, sin embargo, te di todo mi ser,
simplemente por creer que tú eras él:
de mi cuento de princesas, el príncipe.




Atentamente, Belle.