sábado, 10 de octubre de 2015

C'est la vie

Antes de leer esta entrada; tómate un respiro, sonríe, parpadea, vuelve a sonreír. Y otra vez.
Vida.


Una palabra tan corta, que a la vez expresa tanto. Es increíble, como simplemente en cuatro letras sencillas podemos explicar todo lo que somos, lo que nos rodea.


Llevo días preguntándomelo; ¿por qué la tratamos tan mal si es lo único que tenemos?


Quizás confiamos, creemos que nunca se va a ir de nuestras manos. No nos damos cuenta de que, un final, está más cerca de lo que esperamos. Que sí, que hoy es el presente, pero mañana ya es futuro. ¿No?


Si la tenemos ahora mismo, ¡vivámosla! ¿Qué motivos deberíamos tener para desperdiciarla? Por muchos más allá en los que creáis, o por todas las reencarnaciones que pueda haber; ¿no creéis que esta va a ser la única vez que vais a ser vosotros?


No digo que no fuméis, que no bebáis. No os prohíbo divertiros, ser felices. No digo que no os riáis, que no lloréis o que no sintáis. No quiero que os calléis, que no opinéis.


Es más, necesito todo lo contrario. Haced lo que queráis, que este es vuestro momento.


Eso a lo que llamáis mierda, lo que criticáis porque todo os sale mal. No la desperdiciéis, por muy desastrosa que sea en estos momentos.


No sufráis más por esto, por favor. Toda vida tiene un final feliz, porque somos un cuento, esa historia en la que los protagonistas acaban comiendo perdices a cada segundo para demostrar que son los más contentos de este mundo.


La vida.


Nos hace daño, sí. Pero nos da años de placer. Nos descubrimos a nosotros mismos, y nos damos cuenta de nuestros errores.


Nos hace sentir mal en reiteradas ocasiones, pero no por ello nos tiramos al suelo y no nos levantamos.


Somos los seres vivos más avanzados, y podemos hacer cualquier tontería que se nos pase por la cabeza. Simplemente, confiad.


Porque la confianza es nuestro mayor tesoro, después de la vida.
Atentamente, Belle.